El
Mundo
Madrid,
Wednesday, September 2, 2009
Israel's Ambassador to
Spain pleads wth Madrid's leading daily
newspaper El Mundo not to publish
their
major interview with British Historian David
Irving next
week
Tradtioinal
Enemies of Free Speech: Raphael Schutz, Israel's
ambassador to Spain
El embajador
de Israel, sobre Irving
Sr.
Director:
EN la edición de EL MUNDO
del 30 de agosto se anunciaba la
publicación esta semana de una serie de
entrevistas a varios destacados especialistas
conmemorando el 70 aniversario del inicio de la
Segunda Guerra Mundial. Lamentablemente, han
encontrado apropiado incluir entre los
entrevistados al
negacionista
del Holocausto David
Irving.
Es cierto que indicaban que sus opiniones
«ofenderán a muchos» pero el
problema no es la ofensa o la polémica,
sino la ausencia de cualquier referente moral,
histórico y ético por parte de
quien ha tomado la decisión de
entrevistar a Irving junto a importantes
expertos en la materia. La decisión
responde a una postura que pone al mismo nivel
las palabras de acreditados historiadores e
intelectuales y las de un
charlatán falsificador criminal
que cumplió una pena de prisión en
Austria.
Uno de los fenómenos perversos
relacionados con el llamado postmodernismo es la
falta de voluntad, que lleva a la pérdida
de la capacidad de diferenciar entre la verdad y
la mentira, lo importante y lo superfluo, lo
alto y lo bajo. Ya no hay una verdad, solamente
existen narrativas. No hay jerarquía,
todo está al mismo nivel moral. Todo
está en el mismo nivel ético: el
asesino y su víctima, el sabio y el
ignorante, la ópera de Mozart y el
último engendro de la música pop.
No ha de extrañar, pues, que desde esta
perspectiva, los valores éticos
fundamentales se tambaleen y resulte
difícil identificar los valores
auténticos en el océano de basura
que los rodea.
Un acompañante de este clima venenoso
es la estereotipada multiculturalidad; puesto
que si no hay jerarquía, estaremos
obligados a aceptar lo diferente, «el
otro» (término cliché en este
contexto). Ya sabemos de azafatas de
líneas aéreas europeas obligadas a
cubrirse el rostro en algunos aeropuertos, y no
parece lejano el día -o quizá ya
ha llegado- en que algún
«liberal» se levante
exigiéndonos aceptar la poligamia, la
ablación del clítoris o la
lapidación de las adúlteras.
¿Quiénes somos nosotros para fijar
qué es bueno y qué es malo?
No. Aquí no estamos ante un caso en el
que pueda invocarse el derecho a la libertad de
expresión. El único derecho que no
está limitado es el derecho a la vida.
Para la libertad de expresión hay (y debe
de haber) límites. Estoy convencido de
que para usted también los hay, y que
ciertas cosas no las publicaría.
Raphael Schutz
Embajador de Israel.
N. de la R. [The Editor
replies:] [Letters
to the Editor]
Efectivamente, nuestro periódico
publicará el próximo sábado
una entrevista con David Irving. Nuestra
línea editorial ha sido siempre
consecuente con la condena de la barbarie nazi y
del Holocausto que provocó Hitler. No
estamos de acuerdo con las tesis negacionistas.
Los historiadores más serios han
demostrado con pruebas y datos irrefutables el
exterminio del pueblo judío llevado a
cabo por el Tercer Reich.
Nuestro periódico publica
artículos y entrevistas de interés
para el público, siempre que en ellos no
se incite a cometer delitos. Es lo que hemos
hecho con Irving. Entendemos que al embajador
Schultz no le guste, pero sus valoraciones sobre
la decisión de publicarla reflejan una
visión de la realidad maniquea e
intransigente que poco ayuda a la causa de la
defensa de los intereses de su país y de
su pueblo.
Los
textos pueden enviarse por correo
electrónico a [email protected]
o por correo postal a la Avenida de San Luis,
25. 28033, Madrid. No excederán de 20
líneas y EL MUNDO se reserva el
derecho a refundirlos. No se
devolverán originales. Las cartas
deben incluir el número del DNI y la
dirección del remitente. EL MUNDO
podrá dar contestación a las
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